La obra de Ortega por la que advirtió de la inercia política y la descomposición española estos días cumple su primer centenario. Sin embargo España sigue igual o peor, ni clase política, ni cohesión territorial. Y a pesar de la laboriosa obra constitucional de reparar las fisuras, ni la clase política ni el pueblo estando a la altura, por lo que llevaron la constitución a la decadencia.