Soberanía y laicismo son dos conceptos que están adquiriendo protagonismo en los debates públicos de su país nativo, Francia. Este artículo propone abordar ambos desde dos perspectivas. La primera, etimológica, que intenta indagar el origen del concepto de «laicismo» desde el siglo XV y construir una definición conforme a su uso dado durante el Antiguo Régimen y durante el primer siglo de la revolución, hasta la ley de neutralización-emancipación de 1905, pasando por la envoltura normativa del Estado con la religión, el populistamente denominado Estado laico. La segunda, poner de relieve el antagonismo que suponía la convivencia de ese término con la soberanía propugnada por la revolución y los postulados centristas de los imperios que alimentaron la ideología de la ley de separación de 1905. La conclusión que se pretende alcanzar, y enlazar para sucesivos trabajos, es que el resurgimiento del concepto y su asalto a la Constitución de 1958 consiste en un antagonismo, tanto con su etimología como con la propia constitución, causando, más que idolatría, un entramado de nihilismo constitucional, o incluso una especie de blasfemia normativa a favor del populismo político.